domingo, 21 de septiembre de 2014

Al que no quiere sopa, dos tazas

Ya tengo más de un año de estar viviendo en Noruega y precisamente el 16 de Setiembre (día del espeleólogo, justo después del día nacional de mi querida patria)  un año de haber entrado al programa de doctorado en karstología. Este último año he aprendido muchas lecciones de vida y aunque me encuentro lejos de mucho de lo que amo (familia, Mariangela, exploraciones de cuevas), este tiempo me ha servido mucho para meditar sobre quien soy que quiero haer de mi vida. La visión es cada vez más clara, el cómo aún es un misterio, nada más trataré de estar atento para aprovechar todas las oportunidades que se presentan en la vida.

            
Y porque el título de este blog? "Al que no quiere sopa dos tazas". Escogí el título porque ayer me queje un poquito de que me enrede de vuelo y que para ir de Oslo a Madrid compre un vuelo en el que tenía que pasar en el aeropuerto de Zurich desde  aproximadamente las 10 de la Noche hasta las 7 de la mañana del otro día. Como llegaba tan tarde y me iba temprano al otro día no quise molestar a mi tía Rebeca pidiéndole posada o algo por el estilo, pues ella vive en Suiza. Bueno esa era mi primera taza, pasar la noche en el aeropuerto, pero estaba preparado. Me compre un thermarest hace tiempo para ir a acampar a la montaña, pero irónicamente lo estrené en el aeropuerto! Recomiento altamente a todos los que tengan que dormir en el aeropuero uno de estos, realmente es una diferencia enorme. Me ha tocado dormir en sillas y bancas y uno no descansa igual. Pude dormir perfectamente 5 horas y tal vez otra hora ahí “echado”. 

Foto del "campamento" en el aeropuerto. 

Bueno y la segunda taza… lamentablemente no es de café. Cosas que pasan, dislexia con un poco de despiste. Mi boleto de avión decía que abordaba a las 705 a Madrid. Me fijo en la pantalla y veo Madrid 750 puerta A5. No noté la diferencia hasta el momento de iniciaron el abordaje. Después de un rato de estar esperando tranquilamente en la puerta A5 pensé que raro, no me acordaba que volaba con Iberia, voy a revisar el boleto. Y efectivamente no volaba con Iberia… el vuelo tenía el mismo destino, pero no era mi vuelo. El mío hHabía partido hace 10 minutos! Nunca me había pasado esto y espero que no me vuelva a pasar.  Mis muestras se fueron para Madrid y yo sigo acá!, que madre!

Bueno, me fui a preguntar a la aerolínea y amablemente me dieron otro tiquete para el medio día y sin ningún cargo extra. Las ventajas del incidente es que he tenido un poquito de tiempo para escribir, cargar los mapas de España al GPS, avanzar un informe que estoy trabajando de las cuevas de Venado y trabajar en la justificación de mi doctorado a ver si consigo financiamiento. Así que más bien estoy agradecido con la oportunidad de sacar un ratico para trabajar en esto, como dicen por ahí, si la vida te da limones, aprende a hacer limonada. 

lunes, 10 de febrero de 2014





LOS ANTÓNIMOS DE VIAJE POR NORUEGA

Por Andrés Ulloa & Mariángela Vargas

¿Por qué los antónimos? Los antónimos es un auto-apodo que nos pusimos a finales del 2012 luego de que iniciamos clases de canto. Es una larga historia… pero luego de una noche de karaoke, motivados por el peor cantante de todos los tiempos, nos metimos a clases de canto. Aprender a cantar es algo retador, pero esos “berreos” que Andrés realizaba en las clases y los cánticos agudos de Mariángela, son de cierta manera los que hicieron posible este noviazgo tan tuanis y de que hayamos disfrutado de paisajes increíbles en diciembre del 2013. Ah, los antónimos se debe a que Mariángela es baja y alta (aguda) y Andrés alto y bajo (grave).

       
Bueno, este será un relato resumido del viaje, pues sino es muy posible que solamente nosotros lo leamos y lo que queremos es compartir nuestra linda experiencia con ustedes, acá les va:

-¡Buen viaje amor! junto con un fuerte abrazo y unas lágrimas en los ojos fue lo último que nos dijimos en el aeropuerto de Oslo. Si volvemos hacia atrás, todo inició… con la fiesta de despedida que organizamos en Costa Rica con muchos de nuestros compas, pues ya hace seis meses el destino nos había separado un poco, para vivir experiencias chivísimas tanto en el ámbito profesional como personal. Andrés se fue a trabajar a Noruega y Mariángela a estudiar a Taiwán, con tan sólo 8681.48 km de distancia entre Oslo y Taipei.

23 de Diciembre del 2013: Al otro lado del mundo
Mariángela dejó llena de nostalgia la vida taiwanesa alrededor de la 1 p.m. Aunque viajó 25 horas, llegó el 24 de diciembre, por ahí de las 7 de la mañana, con el afán de ganarse el tiempito extra que fuera puesto que ya se acercaba a las 3 décadas…


24 de Diciembre del 2013: Feliz Navidad!



Estaba yo en el aeropuerto ansioso, esperando la llegada de Mariángela y justo cuando la ví jalando sus 30 kg de equipaje, ambos tuvimos una sonrrisota que derivó en una cascada de besos y abrazos. Habían pasado 6 meses sin vernos, y aunque sí habíamos tenido un muy buen contacto y comunicación en este periodo de tiempo, la felicidad de vernos fue explosiva.


Hablamos, hablamos y hablamos, al ser antónimos, los polos opuestos nos hacen tener una increíble capacidad de conversación. Llegamos a la casa, a descansar un poco, conocer algo de la ciudad y en la noche tuvimos una cena de Navidad muy bonita junto con Alfredo, un tico, excelente persona y muy buen cocinero. Y de postre, muchos espeleo regalitos navideños y cumpleañeros (Mariangela cumple el 27 de dic y Andrés el 08 de enero).


25 de diciembre: ¿Que hacemos? ¿Planeamos viaje?


Vuelta de rigor por Oslo, desolado pero siempre impresionante. Mariángela se dio la sorpresa de lo caro que es este sitio, cuando compramos un “almuerzo de super” y nos costó como 16 mil colones. Luego de recorrer la ciudad fuimos al lago de Songsvann, que estaba parcialmente congelado pero igual super bonito. Después a decidir cómo hacíamos el viaje. Pero entre tanta vuelta y la alistada de cosas, se nos hizo tarde. Al día siguiente tomábamos un vuelo a Trondheim y no teníamos plan. Lo único claro es que íbamos a alquilar un carro con GPS en el aeropuerto e ir a hospedarnos a un Best Western, y el resto de días, -¡ay vemos!-

26 de diciembre: hacia el pueblo de Olafo!




Tomamos el avión a las 10 de la mañana. El vuelo duró menos de una hora. Llegamos a alquilar el carro más polo de todos, un VW Polo, que nos acompañó en nuestra travesía hasta Oslo de alrededor de 1700 km. Salimos del aeropuerto y ni destino teníamos… -di… ¡vamos al centro y buscamos que vesh!- Lo bueno es que los dos somos muy relajados en ese sentido. El GPS nos daba la opcion de no pagar peaje y tomamos esas ruta. Nos llevó de primera entrada por callesillas de lastre, con hielo y poco transitadas, pero con unos paisajes increíbles. No sabíamos si era más rápido o no, no nos importaba si la otra ruta tenía mejores paisajes, solo queríamos disfrutar de la opción que habíamos elegido.

Paramos a orillas de varios lagos, que después se volvieron el común denominador durante el viaje. Llegamos a Trondheim, que nos recibió con un buffet de pizza y cerveza… así empezábamos oficialmente nuestra aventura y así la concluimos. ¿Se volverá tradición? solo el tiempo lo dirá…

Check in en el hotel, guardar el carro, conocer la ciudad y entrenar una media horita. Como a las 9:00 p.m. salimos en cacería de auroras boreales. Era una noche bastante despejada, teníamos alta probabilidad de verlas (de acuerdo a la aplicación Aurora Forecast) y fuimos a los sitios recomendados a “la chingada grande de Noruega” en cacería de auroras boreales. Subimos dos montañas (en el carro polo eso si) y fuimos a la orilla de la playa pero que va, la cacería se extendió hasta casi la 1 am, no tuvimos suerte. Volvimos al hotel y a dormir.


27 de diciembre: Cumpleaños de Mariángela





Ese día era el cumple de Mariángela, no era cualquier edad, cumplía 30 años … Nos comimos un desayuno descomunal en el hotel y nos fuimos para el centro. Hicimos cálculos, y el hospedaje de cada día nos podía costar más de $100 la noche, y como ese plan además podía robarle la espontaneidad al viaje, decidimos comprar cosas para camping. Ya contábamos con 2 sleeping bags, compramos uno para -30 °C, unas ollilas, una tienda y un aislante térmico. No fue barata la adquisición, pero a diferencia de gastar en el hotel, la idea era quedar con algo que sabemos que nos será de gran utilidad para futuros rides.

Salimos como a medio día rumbo a “Kristiansón”...-debió haber sido macuco el chavalo ese- Nuevamente, el paisaje era increíble con muchos lagos, pero cuya belleza se fue opacando levemente a medida que el hambre nos iba llegando. Legítimamente todos los lugares eran pueblitos donde todo estaba cerrado, puesto que en Noruega en estas épocas aparentemente se toman muy en serio eso de las vacaciones de fin de año y la gente y la comida desaparecen.



Llegamos a un restaurante con una vista chivísima... ¡al fin! pues llevábamos más filo que el cuchillo de Tarzán. Entramos pero estaba cerr04ado, sin embargo, como que dimos lastima y por dicha nos vendieron un par de atuncillos y unas barras de granola. Con eso sobrevivimos hasta como las 4:00 p.m., hora en que empieza a anochecer y a la que encontramos el primer super abierto; aprovechamos para hacer las compras. Nos hicimos un sandwich a la carrera y tomamos el primer ferry.



La manejada por la noche no nos dejó contemplar mucho del paisaje, pero al final llegamos a Kristiansund… Dimos como 5 vueltas a la ciudad buscando el centro, pero es que no había casi nada… todas las veces pasamos por el centro. Nos encontramos un lugar para agarrar wifi y tomarnos una birrita cumpleañera y luego directo para el camping. El sitio quedaba a la par de un aeropuerto, y por supuesto, sin un alma alrededor. Al sacar la tienda de campaña no vimos los pines, así que improvisamos. Luego casi apunto de irnos dormir, apareció de la nada la bolsa con los pines, pero para ese momento ya la tienda estaba amarrada al carro y habíamos utilizado hasta cabeceras de los asientos como pines. Sustituimos algunos y a dormir. Según nosotros no hacía mucho frío, pero en la madrugada a Mari que había escogido dormir en los dos sleepings pequeños le dio un frío de esos que no dejan dormir. Mientras que Andrés en el sleeping de -30 °C hasta la sueter se tuvo que quitar; humm no más sleeping de -30°C para Andrés.

28 de Diciembre: Para Alesón

Nos levantamos como a las 8:00 a.m., desayunamos alguito y empezamos el viaje rumbo a Alesund. Ese día fue increíble. Planeamos la ruta para poder pasar por la carretera del Atlántico. Seis meses atrás, habíamos visto fotos y se sentía como si fuéramos a cumplir un sueño. Así que manejamos de Kristiansund hacia Averoy. Esta carretera es un chuzo y conecta un archipiélago por el que uno va pasando en carro de islita en islita conectadas por puentes asombrosos y en algunas ocasiones hasta por túneles por debajo del mar. Tratamos de manejar a buena velocidad para sentir más bravas las curvas y cambios de relieve con los que fue construida esta original carretera.



Cuando acabamos la emoción, nos fijamos un nuevo punto al cual manejar y decidimos ¡visitar la tierra de los Trolls! Para llegar ahí, manejamos hasta Molde y luego de sorpresa apareció el lugar favorito de Noruega de Andrés: Andalsnes, un valle glaciar rodeado por imponentes montañas nevadas. Al ver ese lugar tan increíble, de inmediato paramos a tomar fotos y disfrutar de los paisajes. Pero decidimos seguir manejando hasta la carretera del Troll para aprovechar la luz del día, que se desvanece cerca de las 4 pm.
La ida a Trosllstigen nos asombró no sólo por la belleza del valle en forma de U al lado del camino, sino (una vez más) por estar totalmente desolado. Al llegar a la subida de la carretera, nos percatamos que estaba cerrada, así que parqueamos el carro y decidimos subir caminando. ¡¡Que buen camino con unas curvonas de 180° en forma de zig zag!!. Mientras íbamos caminando, la calle cada vez se veía más llena de nieve y de un sólo nos cayó la pz de porqué la calle estaba cerrada cuando nos empezaron a caer piedras en derrumbes del nivel de arriba… no quedó de otra que devolvernos… El hecho de que el camino estuviese cerrado nos medio estropeó los planes, pues queríamos atravesar por ahí para ir a un glaciar, pero diay sin wifi y con el radio en noruego, no teníamos ni idea qué calles cerraban en invierno.

-¿Y ahora pa donde agarramos? -Jale a cocinar el almuerzo-cena al lado de aquel lago chivisima y luego vemos dónde acampamos-


Después de comer, como la calle de los troles estaba cerrada nos dimos un vueltón hasta Sjoholt y de ahí desviados vía ferry a Einsdal. Pensamos acampar a la orilla del ferry, no obstante el lugar se veía extraño y decidimos continuar, en el siguiente sitio de camping hacía un frío y viento del carajo, continuamos hasta llegar por otra calle de zig zag a un lugar de camping más caché.





-¿Qué acampamos aquí?- Diay si no hay nadie atendiendo pero se ve chiva el lugar y parece que estamos como a la par de un lago…Aunque el sitio decía que nos registráramos no había ni un alma, así que nada más armamos la tienda detrás de una cabinita y pal sobre!


29 de Diciembre: el mejor fiordo de Noruega, Geirangerfjord

Al salir de la tienda de campaña, la tenue luz del día, que iba a tardar como dos horas más en aclarar, nos dejó darnos cuenta que acampamos en un chuzo de lugar...justo al lado del fiordo con montañas nevadas alrededor. Después de desayunar, como teníamos dos días sin bañarnos, se nos ocurrió darnos un baño bactericida en el lago, que más bien casi fue suicida, ¡¡que frío!! El nadado que realizamos no fue estilo libre ni perrito, ¡fue estilo supervivencia con tal de salir del agua!. Los calambres en los dedos de los pies producto del cartaguito se fueron calmando a medida que nos acercamos al mirador… No hay palabras para describir ese lugar, incluida la belleza de la soledad pues aparentemente a NADIE se le ocurre pasear por esos rumbos en Diciembre (punto importante, por si no había quedado claro, las calles y todas las atracciones turísticas están cerradas, casi abandonadas).



El siguiente destino era el glaciar más grande de Noruega e incluso de Europa continental: Jostedalsbreen glacier. Todo un espectáculo decía el libro, el plan era llegarle por la ruta 63, pero como era de esperarse topamos con un pocotón de nieve y adiós glaciar… (glaciar 2, antónimos 0) a devolverse rápido por el camino que veníamos para evitar quedarnos encerrados en ese pueblito desolado, aunque no hubiera sido mala idea, es precioso… Entonces por cuarta vez pasamos por el camino lleno de curvas, pues era el acceso al mirador y el único camino hacia el Ferry.
A partir de aquí empezamos a manejar sin rumbo definido, y como al cabo de dos horas decidimos irnos a la Bergen… jaja. Bergen es la segunda ciudad más importante de Noruega. Para llegar, tuvimos que dar un vueltón de nuevo a Alesund, pero esta vez bajamos por la ruta via Maloy, llena de ferrys y túneles que conectan los diferentes caminos que atraviesan los fiordos. Mientras hubo luz, de nuevos vimos paisajes dignos de rompecabezas, el resto fue manejar de noche con buena nieve cayendo en ciertos tractos.


Pasamos varios ferrys, como unos 4 ó 5 ese día, así que viajabamos por aire, tierra y mar… nada nos detenía (excepto todos los caminos cerrados), pero no hubiese sido así si hubiéramos ido en el GMC, alias pickupson jaja. En uno de los Ferrys, Andrés sugirió sacar un atuncito para comer, pero Mariangela le contesto: -Diay gordinflón, ¡va a seguir comiendo!- Pero las verdaderas intenciones de ella creo que era comérselo sola, pues después de buscarlo un buen rato, lo encontré escondido debajo de su asiento. Al final ese atuncillo nos salvó la tanda y fue nuestra única cena.
Con poco margen de cálculo, terminamos llegando a Bergen a medianoche. Para ese momento no teníamos ni idea que en Bergen llovía como 200 días del año y sí, ¡estaba aguacero cerrado! Fuimos a 2 sitios de camping y si nos hubiéramos bajado del carro sólo para ver el sitio íbamos a quedar empapados, imaginense armar la tienda. Por nuestra mente pasó la idea de dormir en la estación del tren, abajo de un puente, en algún quiosco de un parque, pero a la 1 am decidimos dormir en el carro -que va esta rudo acampar hoy y estamos demasiado cansados- Así que asientos pa atrás, dejamos el carro medio sordeado junto a un lago en las afueras de la ciudad y sin caritas.


30 de diciembre: Oslo en la mira


Nos levantamos como a las 8:00 a.m. cuando algunos carros empezaron a pasar al lado de nosotros, pues aparentemente parqueamos cerca de un sitio de trabajo, algo así como una fábrica. Al final la dormida en el carro no estuvo mal, y Bergen se fue a la Bergen, pues solo lo vimos de noche. Decidimos encaminarnos a Oslo, pues nos tocaba un largo viaje aún.

Apenas iba amaneciendo y se dejaban ver las enormes paredes de roca que rodeaban el camino en el que nos encontrábamos. Ya llenos después de comer alguito, nos detuvimos a realizar la competencia “Latin American Chicken”. Este es un concurso de parejas que consiste en bailar al mejor estilo de un pollo, así que cada uno tuvo su propia oportunidad. Al final quedamos empatados, pues ambos dominamos muy bien la técnica.

El viaje continuó y pasamos por otro fiordo increible, Aurland. Paramos una vez más para apreciar el paisaje y agradecer lo afortunados que somos por realizar un viaje. Luego, seguimos y nos topamos con un túnel de 25 km con una decoración super chiva, que daba la impresión de que fuera en puro hielo, así que parqueamos el “polomovil” a un lado y sacamos una fotica. Continuamos por caminos repletos de nieve, pero por suerte esta vez no estaban cerrados, pues habían camiones que los iban limpiando. 

En la travesía, nos detuvimos a jugar en la nieve y también vimos como alguna gente esquiaba jalada por el viento. La nevada era bastante intensa y al llegar a Hemsedal ¡hasta que por fin encontramos a los noruegos!! Estaba totalmente repleto de gente, pues era un centro de esquí importante. Aprovechamos para darnos una vueltita por el pueblo, fullear el carro y al ratito continuamos con nuestro viaje, pues aún nos quedaban más de 230 km de viaje.
            
Alrededor de las 5:15 p.m. (ya tenía rato de ser de noche) llegamos a la casa en Oslo. Justo antes de llegar compramos unas birritas, para hacernos una ensalada y alguito de comer para festejar el éxito del viaje. El chunchero y el desmadre que nos traíamos en el carro lo pasamos a la casa… Los recuerdos y momentos se los dejamos acá…

Pasaron más días muy tuanis en Oslo, pero inevitablemente llegó el 5 de enero... comimos pizza y cerveza en el aeropuerto para mandar a Mari atontada en el vuelo, aunque esperamos en la próxima aventura la tradición salga más barata, pues acá casi nos sacan los ojos… En fin, Andrés sigue por un tiempo trabajando en Noruega y Mari de vuelta a Costa Rica. Los dos estamos super contentos y agradecidos por haber tenido la oportunidad de vernos y realizar ese chuzo viaje y nos prometimos una cosa: quitarnos todas las ataduras mentales, izar las velas y aprovechar los vientos que vengan en esta vida para seguir haciendo viajecitos juntos todos los años, encontrando la manera de volver estos sueños realidad. Viajar y vivir, no importa la manera, ya sea en carro, barco, avión, bestia, bicicleta o a pie pues a una fuerte voluntad nadie ni nada lo detiene. Y cada viaje será una vivencia, que irá formando nuestros seres y añadiendo páginas a nuestra historia. ¡Hasta la próxima!










domingo, 17 de noviembre de 2013

ESLOVENIA E ITALIA: EN CAMINO A CONVERTIRME EN INVESTIGADOR EN CUEVAS


                          




Parte I: Un poco de hablada y primer fin de semana en Eslovenia

Desde hace más de 8 años quería especializarme en cuevas

Desde que empecé a estudiar geología en el 2004, tenía como una meta personal "Hacer un postgrado en el tema de geología que más me apasione". Cuando inicié mis estudios me apasionaba la mayoría de las áreas de la geología, un curso en particular me cautivó que fue mineralogía. En mi tiempo libre, revisaba la bibliografía de donde podía encontrar diferentes minerales y los fines de semana realizaba giras en busca de estos. Algunas giras eran exitosas y conseguí interesantes muestras de cobre nativo, geodas, carbonatos, etc. Mientras que otras giras me las pasaba todo el día en la quebrada o montaña buscando vetas o minas abandonadas que nunca encontré, pero aún así era muy entretenido pasar el tiempo con los amigos que me acompañaban, aunque algunas veces, por la falta de personas que quisieran ir iba hasta solo. Fue hasta mi segundo año de geología e inicios del tercero cuando descubrí otro tema que me cautivó: las cuevas!

Desde entonces he participado en varias expediciones nacionales e internacionales, poniendo mi tiempo libre y mi dinero para ir a explorar. Desde entonces, la mayoría de mis vacaciones me las he pasado en cuevas, mojado y lleno de lodo (en algunos casos guano y hasta me dio histoplasmosis), explorando, haciendo planos y pagando por esto. Realmente es algo que me apasiona y me siento afortunado de haber encontrado esta pasión, que es algo que me ha ayudado mucho a darle un mayor sentido a mi vida. Desde entonces sabía que si sacaba un post-grado iba a ser en karst y ahora ya era alumno de PhD del Karst Research Institute que es parte del Research Centre of the Slovenian Academy of Sciences and Arts. Irónicamente el día del espeleólogo (16 de setiembre) había recibido la noticia de que fui aceptado como estudiante.


En Ljubljana

Llegué el sábado a las 10:45 a.m. al aeropuerto de Ljubljana, Martin Knez (director del programa de karstología) había ido por mi al aeropuerto. Yo había mal interpretado un correo y reserve un apartamento cuaando habían conseguido un apartamento para mí amueblado y de gratis. El estaba ocupado el fin de semana, hablamos de camino y me llevó al apartamento. Me explico como ir a la estación de tren y en teoría iba a tener tiempo para ir a la cueva de Postojnska, pero el bus o el tren salían muy tarde y al llegar al sitio ya habrían cerrado. Así que el sabado en la tarde me dedique a turistiar alrededor de Ljubljana. 

 El río Ljubjanica baña la capital Eslovena. Vista del castillo de Ljubljana en la noche.

En un legítimo hueco, gastando parte del día

Entonces, el domingo el plan era ir Sckocjanske jame (jame = cueva). Para eso tenía que tomar el bus o el tren hasta Divaca y luego tomar un taxi. Me llevaría todo el día ir allá. Me encantaba la idea, pues este sitio es un ícono mundial en lo referente a cuevas y karst y fue declarado patrimonio de la humanidad por la UNESCO. Quería estar seguro de que todo saliera bien, pues ya había tenido una racha de mala suerte, casi había perdido un vuelo, había reservado un apartamento que no ocupaba, etc. Así que antes de irme decidí revisar una vez más de manera rápida google maps para ver que todo estuviese bien, pero ese fue mi fatal error. Google maps muestra también la penúltima parada y como lo revisé "rápido" no me percaté de que el sitio que apunté en mi libreta era la penúltima parada. Iba muy atento de todas las estaciones, hasta que llegué a la penúltima parada y me bajé con toda seguridad.  

La estación del tren estaba totalmente sola, me pareció raro siendo el destino donde iba un importante destino turístico, pero en ese entonces no sospeche nada. Así que caminé hacia la "ciudad" en busca de un taxi. Llegue a una ciudad, que se me acabó en menos de 200 m. Me pareció raro también... Me dirigí a una venta de frutas y pregunté donde tomar un taxi. El señor no hablaba ingles, así que solo me contestó que no. Saque mis hojas que donde tenía apuntado el sitio donde quería ir y en ese momento todo calzó... me había bajado antes! Fui a otro local, donde encontre alguien que si hablaba ingles y me dijo que la única manera de ir a Divaca era por tren, pues en la "ciudad" no había ni taxis ni buses. No quedaba de otra, me devolví. Eran al rededor de las 11: 00 a.m. y el próximo tren de vuelta partía hasta la 1:40 p.m. y hacia mi destino a las 2:30 p.m. En esos momentos me sentía como el más tonto del mundo, desperdiciando el día en ese "hueco". Me puse a pedir ride sin éxito, pregunté a un señor y solo se río y siguió caminando. Después de un buen tiempo en esas, me dí por vencido. Iría a comer algo y después tomar el tren de vuelta, para ver si me daba tiempo de visitar las cuevas de Postojna (que supuestamente iba a visitar el sábado). 


Postojnska jama: la primera cueva turística de la historia. 

Apenas llegué a tomar la última visita a la cueva, pero llegué! Había salvado el domingo!. Visité el museo, donde tenían unas lindas salamandras e información de como se forman las cuevas. También tenían una maqueta de una salamandra en grande, que aproveche para "payasear" un poco.

Luego alrededor de las 3:00 p.m. tomé el tren para ingresar a la cueva. Que manera, andar más de un kilómetro dentro de una cueva en tren, nunca me lo había imaginado antes, pero muy interesante. Esta cueva fue la primera cueva turística del mundo y todo un icono nacional, pues es el principal destino turístico de Eslovenia. En el grupo con el que iba iban por lo menos unas 100 personas (un montón de orientales) y el grupo lo separaban de acuerdo al idioma. La cueva era increíblemente grande, con unas formaciones muy lindas, pero también se evidenciaba el impacto de la actividad turística, pues habían algunas formaciones quebradas. Me comentaron que hace algunas décadas a los visitantes e les ofrecían estalactitas como souvenir.


La cueva aparte de tren tiene un puente, anfiteatro y una tienda dentro de la misma. En total esta cueva tiene más de 20 km, la parte turística es solo una pequeña muestra de lo que es esta gran caverna. Una parada obligatoria para los que vayan a Eslovenia. 

Al salir de la cueva creía que la "racha de mala suerte" que había tenido se había acabado, pero no era así. Ya era oscuro y estaba lloviendo bastante fuerte. Por dicha andaba una jacket impermeable que me salvó, pero no evitó que me empapara los pantalones (incluyendo el termómetro natural). No estaba tan frío, era alrededor de 10º C, pero la lluvia y la mojada y que ya era de noche hicieron su efecto en la caminata de 2 km a la estación del tren. Tuve que esperar más de una hora para el próximo tren y al llegar al apartamento lo primero que hice fue ponerme ropa seca para tratar de "recuperar temperatura". 







martes, 29 de octubre de 2013

LIBRO: DANGER MY ALLY

DANGER MY ALLY

The true life adventure of F.A. Mitchell-Hedges

Les comparto un pasaje del libro:

My hope is that it will insire the readers, be they young or old, to take a look at their own lives and ask of themselves, "Am I really doing what I want with my life?" and if they find they are not, that they will discover the inspiration withinthese pages to search out their true desires and live their lives to the fullest. We live in a world full of wonder and beauty and the adventures abound for the heartthat can perceive them.


Bueno, acabo de terminar de leer este libro. Mitchell-Hedges fue todo un personaje. Era de origen británico, de joven deseaba ser un explorador, no quería continuar sus estudios porque decía que perdía el tiempo,  quería estar en las junglas de Centroamérica, explorando, descubriendo. Su primer objetivo fue tener el dinero suficiente para poder financiar sus expediciones, viajó a New York, jugaba pocker, invertía en la bolsa. Cuando tenía dinero suficiente, emprendía sus viajes. Descubrió cientos de artefactos indígenas que donó a los museos, fue prisionero de Pancho Villa en Mexico, apoyó y financió varias exploraciones arqueológicas, era amante del mar y gran pescador. Junto con su hija adoptada "Sally", en 1919 encontraron la calavera de Doom en unas ruinas arqueológicas en Belice.

Una muy interesante historia altamente recomendada, para aquellos que al igual que yo, quieren tener una vida llena de exploraciones y aventuras.

Les comparto el link del libro por si hay algún interesado.


http://www.amazon.com/Danger-My-Ally-Mitchell-Hedges/dp/0969995105


domingo, 27 de octubre de 2013

Iniciando un Blog.

Hoy he decidido iniciar mi propio blog. La idea es incluir en este reseñas de mis viajes y exploraciones, así como ideas de proyectos, fotos, artículos y archivos que puedan ser de interés.